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22 de marzo de 2014

SELVA DE CEMENTO CON GRAFFITI

El graffiti ha sido una de las formas de comunicación más adoptadas por los habitantes de la periferia de las grandes ciudades del mundo entero. Esta expresión artística no siempre fue considerada como tal, por el contrario era una actividad ilegal y una característica clave en el espiritu del grafitero era además de la audacia, la perseverancia. En São Paulo no fue diferente y hasta hoy hay cientos de artistas de la periferia encuentran en el graffiti su forma de expresar con actitud la realidad de su entorno. Tiene un lenguaje simbólico que recién en los últimos años ha empezado a ser valorado a pesar de que llegó por estos lados a fines de la década del 70.



Imaginate una ciudad gigante, tan grande que parece que nunca la terminas de conocer y que te sorprende en cada calle nueva por la que pasas. Esta ciudad podría estar llena de verde, el riego es grátis, viene del cielo en forma de llúvia casi todos los días, pero la ciudad no es verde, hay poquísimos árboles. En el horizonte solo ves edificios y más edificios. El color que predomina en la ciudad es el gris, un montón de muros desperdiciados, simplemente sin color, sin vida. Pero, cada tanto nos encontramos con una invasión de color en alguna pared que te dan ganas de parate a analizarla, a contemplarla como una obra de arte. Una pared graffitada en el médio de la selva gris de cemento te hace reflexionar, te quiere transmitir un mensaje con su idioma particular. Esa pared graffitada llena de vida ese pedazo del barrio. Ese mural en la Radial Leste-Oeste y en los viadutos y puentes le ponen onda a la ciudad gris que es São Paulo.

Es una de las reglas encubiertas del juego, en cualquier momento la obra del grafitero puede ser eliminada. Pero, la Prefeitura de São Paulo, fue exagerada. Decidió que la ciudad no era lo suficientemente gris y en 2008 lanzó su política de "limpieza urbana", por la cual los muros de la ciudad serían pintados de... gris. El objetivo era reducir la contaminación visual, pero tuvo un efecto colateral, la desaparición de las obras de muchos artistas, por citar algunos de los más importantes: Osgemeos, Nina, Nunca... Fue una especie de vandalismo practicado por la misma Prefeitura.

El documental Cidade Cinza relata bien el dilema del graffiti como arte, de la delgada línea que existe entre la pichação y el graffiti y de la guerra casi diária contra los que quieren eliminar los rastros del graffiti. Tal vez estos grafiteros están siendo más respetados últimamente, son reconocidos en el exterior, pero no se cansan de repetir que todo lo que saben lo aprendieron en las calles de São Paulo.

Foto de la izquierda fuente: facebook de Osgemeos
He podido ver como São Paulo ha ido mutando. Algo ha cambiado, para mejor, el graffiti está siendo más respetado. Incluso extrajeros vienen a hacer "intercambio" para aprender de graffiti!
Nuevas intervenciones han aparecido en la ciudad, no sé por cuanto tiempo van a estar allí, porque de eso se trata, es una intervención urbana que puede ser modificada o sustituída por otra. Hoy tenemos partes de São Paulo que parecen ser un museo a cielo abierto y hay murales de artistas reconocidos mundialmente. Esperemos que no haya un retroceso y el colorido de los graffitis siga alegrando las calles de São Paulo.


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